Cronología Bíblica y Secular

Introducción

Defendiendo la fecha del 607 a. E.C., como el tiempo de la destrucción de Jerusalén y el punto de partida para calcular cu´anto duraran los Tiempos de los Gentiles, los representantes de la Sociedad Watch Tower reclaman que ellos dependen de lo que está revelado en la Biblia. Se dice que aquellos que fechan la destrucción al 587 o 586 a. E.C., dependen de las fuentes seculares en lugar de la Biblia. El autor anónimo del “Apéndice al capítulo 14” del libro “Venga tu Reino”, por ejemplo, declara:

De manera similar, nosotros estamos dispuestos a ser guiados principalmente por la Palabra de Dios m´as bien que por una cronología que se basa principalmente en evidencia seglar o que está en desacuerdo con las Escrituras.1

Tales declaraciones obviamente intentan crear la impresión de que aquellos que rechazan la fecha del 607 a. E.C., para la destrucci´on de Jerusalén no tienen la fe realmente puesta en la Biblia. ¿Pero, tales declaraciones dan una descripción justa de este asunto? ¿O ellos simplemente son un descrédito santurrón, apuntando a difamar el carácter cristiano de aquellos que discrepan, no con las Escrituras, pero só con lo que la Sociedad Watch Tower ha fechado? ¿O puede ser que aún los defensores de la cronología de la Sociedad realmente no tienen un entendimiento verdadero de lo que es la naturaleza de la cronología bíblica?

La naturaleza de la cronología bíblica

Hoy, las personas leen o usan el término A.C. y D.C. (correspondiendo al, a. E.C. [antes de la Era Cristiana] y E.C. [Era Cristiana]). Y generalmente no le dan ningún pensamiento al origen de las designaciones de la tesis. Realmente, la “era cristiana”, en la cual los eventos relacionados están fechados al año del nacimiento de Cristo, son más bien una conclusión posterior. Como está bien establecido, el sistema no fue introducido hasta el sexto siglo D.C., por el monje romano y erudito Dionisio el Exiguo. Sin embargo, otros 500 años pasarían, antes de que la nueva era generalmente se hubiera aceptado como un sistema de fechados en el mundo católico.

Siendo que la Biblia fue escrita mucho antes del tiempo de Dionisio el Exiguo, por su puesto, ella no nos da ninguna fecha según nuestra era cristiana. De modo que, aunque la Sociedad Watch Tower fecha el bautismo de Jesús al 29 E.C., y el año 20 de Artajerjes I al 455 a. E.C., la caída de Babilonia al 539 a. E.C., y la desolación de Jerusalén al 607 a. E.C., ninguna de estas fechas se encuentran en la Biblia. La Biblia da sólo fechas relativas ¿Qué implica eso?

Considere este ejemplo pertinente: En 2ª Reyes 25: 2 se fecha la desolación de Jerusalén a “el año undécimo de rey Sedequías”, el último rey de Judá. En el verso 8 nos dice adicionalmente que esto ocurrió en “el año diecinueve del rey Nabucodonosor el rey de Babilonia.”

¿Pero cuándo fue ésto? ¿Cuán lejos de nuestro propio tiempo estaba? ¿Cuántos años antes de la era cristiana habrían transcurrido? El hecho es que, en sí mismo, que la Biblia no nos da información en lo absoluto, ni argumentos de eslabones que se fechan con nuestra era cristiana.

De forma similar, los libros de Reyes y Crónicas dicen sobre los reyes que gobernaron en Israel y Judá desde Saúl, el primer rey, hasta Sedequías, el último. Nos dicen quién sustituyó a quien, y durante cuántos años cada uno de ellos gobernó. Resumiendo las longitudes de los reinos desde Saúl hasta Sedequías nosotros podemos medir el espacio aproximado de tiempo (hay muchos puntos dudosos) entre estos dos reyes. De esta manera nosotros encontramos que el período de las monarquías hebreas cubrió aproximadamente como unos 500 años. Pero aún nosotros no hemos encontrado ninguna respuesta a la pregunta: ¿En qué punto del ondear del tiempo éste período comenzó y en qué punto acabó?

Si la Biblia consecutivamente hubiera dado una serie continua e ininterrumpida de los años del reinado desde Sedequías hasta el principio de la era cristiana, la pregunta se habría contestado. Pero Sedequías fue el último rey de la línea judía y su reinado concluyó siglos antes de que viniera Cristo. Tampoco la Biblia nos da ninguna otra información que directamente identifique para nosotros la longitud del período desde el “año once” de Sedequías (cuando Jerusalén fue destruida) hasta el principio de la era cristiana. De modo que nosotros tenemos un período de aproximadamente 500 años, el período de las monarquías hebreas, pero no se nos dicen cuán distante de nuestro período de tiempo estaban ni cómo se ajustan a nuestra era cristiana.

Si la Biblia hubiera preservado fechadas las descripciones detalladas de los eventos astronómicos, como los eclipses solares y lunares, o las posiciones de los planetas respecto a las diferentes estrellas y constelaciones, esto habría hecho nuestro problema más fácil. Los astrónomos modernos, con sus conocimientos de los movimientos regulares de la luna y los planetas, pueden calcular las posiciones de los cuerpos celestes sostenidos en el cielo refulgente de hace miles de años atrás. Pero el hecho es que la Biblia no nos proporciona ninguna información de esta índole.

La Biblia en sí misma, entonces, no nos muestra cómo pueden conectarse los fechados cronológicos con nuestra propia era. Una cronología que está en este sentido es una que “se mantiene en el aire” simplemente es el tipo de cronología llamada una cronología relativa. Sólo si la información bíblica nos supliera la distancia exacta del tiempo desde Sedequías hasta nuestra propia era —ya sea por la ayuda de una completa y coherente línea de las longitudes de los reinos, o detallando y fechando las observaciones astronómicas— nosotros habríamos tenido una cronología absoluta, esto es, una cronología que nos da la distancia exacta desde el último año de Sedequías hasta nuestro propio tiempo. 2 Parece evidente que los mismos escritores de la Biblia no estaban interesados en proporcionarnos esto, su enfoque simplemente estaba en otras materias. ¿Entonces, a qué fuentes, nosotros podemos considerar acudir para hacer la conexión con nuestra era de cómputos?

¿Hay una “cronología Bíblica” sin las fuentes seculares?

A pesar de la naturaleza relativa de fechas bíblicas, no obstante no es imposible el fechar los eventos mencionados en la Biblia. Si nosotros pudiéramos sincronizar la cronología de la Biblia con la cronología de otro país, cuya cronología puede ajustarse a su vez a nuestra era cristiana, entonces sería posible el convertir la cronología relativa de la Biblia en una cronología absoluta. Sin embargo, esto significa, que nosotros tendríamos que depender en una extra bíblica, eso es, en las fuentes históricas seculares, en orden de poder fechar los eventos en la Biblia.

Nosotros no tenemos ninguna otra alternativa. Si nosotros queremos saber cuando, con respecto a nuestro propio tiempo, la mención de algún evento en la Biblia tuvo lugar sea el de la fecha para la caída de Babilonia, o el de la fecha para la desolación de Jerusalén por Nabucodonosor, o la fecha para la reconstrucción del templo durante el reinado de Darío I, o cualquier otra fecha — entonces nosotros creyentes en lo que dice la Biblia tiene que aceptar, ya sea que a él o a ella le guste o no. La simple verdad es que —se relaciona al conectar con nuestros cómputos de la era cristiana — sin las fuentes seculares no hay ninguna cronología bíblica, ningún fechado de eventos bíblicos en lo que se refiere a los términos de años “a. E.C.” o “E.C.”

Por supuesto, esto también significa, que el hablar del usar la “cronología de la Biblia” como una medida de tiempo unilateral, independiente en el cual la exactitud para cierta fecha se puede establecer, simplemente es ignorar la realidad. Por ejemplo, cuando algún Testigo señala al hecho de que los historiadores modernos fechan la caída de Babilonia al 539 a. E.C., y entonces reclaman “que la cronología de la Biblia está en acuerdo con esta fecha”, ellos muestran que realmente no han entendido lo que la naturaleza de la relatividad de la cronología bíblica es y lo que efectivamente implica. ¿Dónde en la Biblia es asignada una fecha para la caída de Babilonia? Un Testigo podría referirse a Jeremías y la profecía de los “setenta años” que llevan a la caída de Babilonia. ¿Pero en qué fecha esos setenta años empezaron, para entonces poder comenzar a contar en adelante hasta su fin? No hay ninguna que se haya proporcionado. Siendo que la Biblia no nos da ninguna fecha en lo absoluto para la caída de Babilonia, ni incluso una fecha relativa específica, la declaración de que la Biblia está de “acuerdo” con las fechas seglares de este evento en el 539 a. E.C., es completamente sin sentido.3 Es igualmente de engañoso y sin sentido el declarar que la fecha para la desolación de Jerusalén, el 587 o 586 a. E.C., discrepa con la cronología de la Biblia, siendo que la fecha absoluta para ese evento tampoco se da en la Biblia.

¿Qué de los 70 años de Jeremías 25:11, 12 y 29:10, en la cual los Testigos tan aplomadamente dependen para su cronología? Los Testigos muy naturalmente sostienen la reclamación de La Sociedad Watch Tower de que estos 70 años se refieren al período de la desolación de Jerusalén, contando desde el año 18 de Nabucodonosor hasta el retorno de los desterrados judíos en el 1er año de Ciro (es decir, su primer año completo o el año del reinado, siguiendo su año de ascensión que empezó en el 539 a. E.C.). Como resultado de esta observación, los intervalos de tiempo entre las fecha que los historiadores han establecido para estos dos eventos —587/86 y 538/37 a. E.C.— aparece demasiado cortos, por unos 20 años. La Sociedad Watch Tower, por consiguiente, de estas dos fechas escoge rechazar a una fecha. Ellos podrían rechazar la fecha para el año 18 de Nabucodonosor (587/86 a. E.C.) o rechazar la fecha del primer año del reinado de Ciro (538/37 a. E.C.). Ellos entonces rechazan la primera fecha, el 587/86 a. E.C. ¿Bajo qué base ellos rechazan esa fecha y no la otra?

No hay ninguna razón bíblica para esta opción. Como señalamos anteriormente, la propia Biblia ni está de acuerdo ni discrepa con ninguna de estas dos fechas, fechas que son declaradas en términos para calcular la era cristiana. Por consiguiente, la Biblia simplemente no nos provee los medios decidiendo cuál de estas dos fechas es la mejor, en lo que se refiere al estar firmemente establecida. ¿Bajo qué base, entonces, la opción debe hacerse —con tal de que la interpretación de la Sociedad de los 70 años sea correcta?

El método más lógico, legítimo y erudito sería aceptar la fecha que se establece más claramente por las fuentes históricas extra bíblicas. Esto es porque estas fuentes sí proporcionan los datos que se necesitan para unir los cálculos de nuestra era cristiana. Así mismo, en los próximos dos capítulos demostraremos, que de las dos fechas consideradas, la cronología del reinado de Nabucodonosor se muestran muy definitivamente que se establece mucho mejor por los datos astronómicos y otros documentos, sobre la cronología del reinado de Ciro. Entonces si fuera muy necesaria la opción de cuál escoger, y un verdadero creyente en lo que dice la Biblia se enfrentara a esto, la opción natural, debe ser retener la fecha del 587/86 a. E.C., y rechazar la fecha del 538/37 a. E.C.

Pero la Sociedad Watch Tower prefiere la opción opuesta. Siendo que la razón para esto no es porque la propia Biblia favorece a una de estas dos fechas sobre la otra, y ciertamente tampoco es porque la evidencia histórica lo hace, ¿Cuál es la razón real para su opción?

¿Lealtad a la Biblia— o a una especulación profética?

Si, según sus reclamaciones, el período de 70 años de la profecía de Jeremías debe contarse realmente desde el año 18 de Nabucodonosor hasta el 1er año de Ciro, la Sociedad Watch Tower debe de haber empezado lógicamente con el 587/86 a. E.C., debido a que históricamente es la más fiable de las dos fechas. Contando los 70 años desde esas fechas hacia adelante apuntarían al 518/17 a. E.C., como el primer año de Ciro en lugar del 538/37. Esto sería tan bíblico y realmente aún más erudito que el retener el 538/37 a. E.C., y rechazar el 587/86 (la fecha que tiene el documental más sólido y el apoyo astronómico).

¿Por qué, entonces, la Sociedad Watch Tower rechaza el 587/86 a. E.C., en lugar de rechazar al 538/37?

La respuesta es obvia. La fecha del 587/86 a. E.C., está en conflicto directo con la cronología de la Sociedad Watch Tower para los “Tiempos de los Gentiles”. En esa cronología, su fecha del 607 a. E.C., para la desolación de Jerusalén es el indispensable punto de partida. Sin la fecha del 607 a. E.C., la Sociedad no podría llegar al 1914 E.C., como el punto del fin. Y como esta fecha es la misma piedra angular de las demandas proféticas y el mensaje de la organización Watch Tower, nada se puede permitir que la perturbe, ni siquiera la Biblia ni los hechos históricos. Por consiguiente, no se trata de una cuestión de lealtad a la Biblia ni de lealtad a los hechos históricos. La opción de esta fecha tiene realmente otros motivos y es: la lealtad a una especulación cronológica que tiene una condición virtual para las demandas divinas de la organización Watch Tower.

En los próximos dos capítulos se demostrará que la cronología neobabilónica en su totalidad se establece firmemente por lo menos por catorce líneas diferentes de evidencia. De igual modo que la fecha del 587/86 durante el año 18 de Nabucodonosor (y la desolación de Jerusalén) y la fecha del 538/37 para el primer año de Ciro ambas están correctas. Que ninguna de estas fechas está en conflicto con los 70 años de Jeremías, (Jeremías 25: 11, 12 y 29: 10) todo esto se demostrará en los capítulos subsecuentes.

Notas

1 – “Venga tu Reino” (Brooklyn, Nueva York: Watch Tower Bible and Tract Society, 1981), pág. 189.

2 – El Dr. Michael C. Astour explica: “La cronología absoluta significa el incluir fechado de los reinos, guerra, tratados, destrucciones, reconstrucción, y otros eventos conocidos de escritos y archivos arqueológicos, en lo que se refiere a la cuenta de tiempos Occidentales modernos, es decir, los años A.C ”.(Hittite History and Absolute Chronology of the Bronze Age, Partille, Sweden: Paul Åströms förlag, 1989. p. 1.) [“La Historia de Hittite y la Cronología Absoluta de la Edad De bronce, Partille, Suecia: Paul el förlag de Åströms, 1989. p. 1.”] Tal cronología normalmente se establece mejor por la ayuda de observaciones astronómicas antiguas grabadas. Como el experto renombrado en la astronomía antigua, el Profesor Otto Neugebauer, nos dice: “una ‘cronología absoluta’ [es] una cronología que está basada en las fechas astronómicamente ordenadas en contraste con una ‘cronología relativa’ que nos dice sólo la longitud de ciertos intervalos, por ejemplo, el total de los años reinado de una dinastía,” —A History of Ancient Mathematical Astronomy, Book VI (Berlin – Heidelberg, New York: Springer – Verlag1975), p 1071 [“Una Historia de Astronomía y Matemática Antigua, Libro VI (Berlín – Heidelberg, Nueva York,: Springer – Verlag 1975), p.1071]

3 – De acuerdo con las fuentes seculares Babilonia fue capturada por las tropas del Rey Persa Ciro en el año 17 de Nabónido, cual no obstante se volvería el “año de ascensión” de Ciro. (Para el sistema de año de asenso babilónico, vea el Apéndice para este capítulo 2.) Aunque la caída de Babilonia es referida en varias ocasiones en la Biblia, los eventos no se fechan a ningún año de reinado en específico, tampoco el de Nabónido (quién no se menciona) ni el de Ciro. Isaías (capítulos 13, 14, 21, 45, 47, 48) y Jeremías (capítulos 25, 27, 50, 51) ambos predijeron la caída de Babilonia, pero ninguno de ellos dio fecha alguna para este evento. Daniel, en el capítulo 5, versos 26 – 28, predijo que la caída de Babilonia era inminente. Entonces, en los versos 30 y 31, él declara que “En aquella noche Belsasar (el hijo de Nabónido) fue muerto y Darío el Medo mismo recibió el reino,”. ¿Pero quién era “Darío el Medo”? La Sociedad Watch Tower admite que la identificación histórica de esta figura “es incierta.” La sugerencia (del Profesor D.J. Wiseman) de que “Darío el Medo” es otro nombre para el propio Ciro es rechazada. (Perspicacia Para Comprender las Escrituras, Vol. 1, Brooklyn, Nueva York: Watchtower Bible and Tract Society, 1991, pp. 631– 633) Además, aunque Daniel 6: 28 menciona “el reino de Darío el Medo” y “el reino de Ciro el Persa,” y aunque en Daniel 9: 1, menciona el “primer año” de “Darío el Medo,” la Biblia ni da la longitud del reino de “Darío el Medo” ni indica si éste reino debe insertarse entre la caída de Babilonia y el primer año de Ciro o no. No obstante, aunque la Biblia (en 2ª Crónicas 36: 22, 23 y Esdras 1–4) declara que los exiliados judíos se liberaron en el primer año de Ciro, no se muestra cuánto tiempo después de la caída de Babilonia fue cuando esto ocurrió. La Biblia, entonces, no nos da ni aún una fecha relativa para la caída de Babilonia.

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