¿Actúa Dios Mediante una Organización?
El material que contiene esta publicación fue preparado especialmente para personas que están o han estado asociadas con los Testigos de Jehová. Examina la evidencia bíblica que tiene que ver con las preguntas planteadas arriba, todas las cuales surgen como resultado de las afirmaciones hechas en las publicaciones de la Sociedad Watchtower en el sentido de que Dios siempre ha actuado mediante una organización. También examina la idea de que los Testigos de Jehová, en su totalidad o en parte, tienen autorización de las Escrituras para ser un “conducto de comunicación” entre Dios y la humanidad. Pero incluso las personas que nunca pertenecieron a esta religión pueden tener interés en examinar este asunto, para comprender la importancia de la idea de una organización estructurada con autoridad centralizada en el pensamiento de los Testigos de Jehová.
Las citas bíblicas son de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, a menos que haya otra indicación.
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¿Actúa Dios Mediante una Organización?
La Sociedad Watchtower afirma que Dios siempre se ha comunicado con sus siervos, y los ha dirigido, mediante una organización. Hoy enseña que, la organización de Dios está identificada con los Testigos de Jehová, quienes consideran a su Cuerpo Gobernante y su agencia legal, la Sociedad Watchtower Bible and Tract, como representantes de un “conducto de comunicación” divinamente nombrado entre Dios y el hombre. Se les ha enseñado que Dios dirige todos sus intereses en la Tierra mediante esta organización, y que, fuera de ella, no hay posibilidad alguna ni de salvación ni de favor divino. El reconocer la autoridad de la “organización dirigida por Espíritu” se incluye incluso en los requisitos de los Testigos de Jehová para el bautismo.
Mediante publicaciones impresas y representantes, el personal de la central de la Sociedad Watchtower suministra dirección regular y detallada a miles de congregaciones de Testigos de Jehová de todo el mundo- Coordina el servicio del campo, compone explicaciones de temas doctrinales y de organización, provee reglas y normas para manejar asuntos religiosos y seglares, y especifica los procedimientos disciplinarios para con aquellos que no se conforman a ellas. El personal de la central también recibe informes regulares de los representantes representantes de la organización en todos los países. [1]
Debe notarse que, en la forma en que se emplea en las publicaciones de la Watch Tower, el término “la organización de Jehová” significa más que un simple grupo de adoradores. Está implícito en el término la idea de que Dios siempre ha autorizado a cierto indivíduo o a un grupo pequeño dentro del cuerpo entero del pueblo de Dios en la tierra, para que transmita, distribuya o interprete para el resto de los siervos aprobados de Dios información e instrucciones recibidas directamente de Dios. Además, que Dios no tiene tratos independientes con individuos aparte de este “conducto de comunicación” aprobado.
Ésta es, entónces, la cuestión que se ha de considerar en éstas páginas. ¿Actúa Dios mediante una organización que es dirigida sobre la tierra por un pequeño grupo de representantes especiales, una organización a la cual hay que hacerle caso y que no puede ser pasada por alto? ¿Qué demuestra la Biblia?
Desde Adán al Diluvio
Dios habló directamente a Adán y Eva. Los bendijo y les dijo lo que esperaba de ellos. (Génesis 1:28-30). Una vez que pecaron, los interrogó y pronunció sentencia directamente contra ellos y la serpiente (Gén. 3:9-19). Dios juzgó individualmente los sacrificios ofrecidos por Caín y Abel. Cuando Caín manifestó una actitud incorrecta, Dios le dió dirección personal y una advertencia contra el pecado. Después de asesinar a su hermano, Dios le juzgó como individuo.- Gén. 4:6-15.
Durante el largo período patriarcal. la obediencia al mandado de Dios de ser fructíferos, multiplicarse y llenar la Tierra, requirió por parte de sus siervos, el que se esparcieran más bien que el que se juntaran. En consecuencia, no hay ninguna mención de algún grupo de siervos de Dios que lo adoraran en un lugar central o que, como grupo, recibieran regularmente mensajes de Dios para que se entregaran a otros.
Cuando Dios decidió limpiar la Tierra de injusticias por medio de un diluvio, escogió a Noé para llevar a cabo las instrucciones que conservarían tanto a la familia humana como a la animal. Dios habló directamente a Noé.[2] Como “predicador de justicia” (2ª Pedro 2:5), Noé actuó como profeta, aquél que comunica mensajes divinos- Después del diluvio, hizo sacrificios en nombre de su familia, un modelo que duró por muchos siglos.[3] Los cabezas de familia representaron a sus familias ante Dios, y de esta manera y en sentido limitado, asumieron el papel de sacerdotes o mediadores.
Desde el Diluvio al Sinaí
Después del Diluvio, Dios repitió su mandato de “ser fructíferos y llegar a ser muchos y llenar la tierra” (Gén. 9:1)- Y continuó hablando directamente a individuos, o comunicándose mediante ángeles, sueños, visiones o profetas, que recibían mensajes de Dios y estaban obligados a llevarlos a sus destinatarios. Cuando un grupo de rebeldes conspiraron para juntarse y edificar una gran torre, en parte por miedo de que fueran “dispersados por toda la superficie de la Tierra”, Dios confundió sus lenguas para obligarles a obedecer, al menos por un tiempo, su mandato de llenar la Tierra.- Gén. 11:4,8.
Cientos de años después, Dios prometió a su amigo Abraham, un sobresaliente hombre de fe, que llegaría a ser “una gran nación” (Gén. 12:2). Esto marcó el principio de algo nuevo. Una familia favorecida recibiría una atención especial y produciría el prometido Mesías- ¿Marcó esta el principio de un nuevo y más “organizado” modo de comunicación con la humanidad?
A medida que la familia de Abraham aumentaba, Dios continuó comunicándose directamente con sus siervos, incluyendo personas que actuaron temporal o permanentemente como profetas. Con todo, parece que nadie tuvo el cuadro completo, y que Dios no actuó mediante un sólo “conducto” o esclavo al mismo tiempo- Por ejemplo, siendo aún un muchacho que vivía con su padre, un patriarca y profeta, José, tuvo sueños inspirados que predijeron el futuro- José fue enviado a Egipto por Dios a fin de preparar el camino para el crecimiento de la familia de Jacob en una nación. Pero Jehová no reveló a Jacob lo que estaba haciendo, a pesar de que Jacob era todavía un patriarca y profeta (Gén. 42:36). Bajo la dirección de Dios, los setenta y cinco descendientes de Abraham bajaron a Egipto. Cuando salieron, unos 215 años después, ascendían a millones.
Cuando Dios estaba a punto de librar a su pueblo de la esclavitud en Egipto, habló personalmente a Moisés por medio de una zarza ardiente y lo cornisionó para hacer milagros, a fin de mostrar a los israelitas y a los egipcios el significado y el poder que había detrás del nombre de Jehová. Su anuencia a aceptar y adorar a un becerro de oro en las llanuras del Sinaí por ejemplo, y otras señales que indicaban una fe débil, sugieren que mientras estuvieron en Egipto no habían mantenido, como grupo, la adoración pura practicada por su antecesor Abraham.
Los israelitas entraron en una relación especial de pacto con Dios después de abandonar Egipto. Recibieron la Ley, que les guiaría en asuntos morales, civiles, y religiosos. La Sociedad Watchtower presenta estos acontecimientos como un paralelo de la manera en que los Testigos de Jehová fueran sacados del “mundo”, especialmente la cristiandad, y de la manera en que recibieron dirección centralizada mediante un “conducto de comunicación” terrestre, resultando su forma actual de organización. Israel se usa como .’tipo” o “cuadro” de la muy organizada Sociedad Watchtower. ¿Es cierta la ilustración? ¿Creó la Ley Mosaica una estructura administrativa centralizada como la que hoy gobierna a los Testigos de Jehová?.
¿Cómo estaba organizado Israel?
Moisés fue verdaderamente un “conducto de comunicación” entre Dios y los israelitas. En las Escrituras se hace referencia a él como un “mediador” (Núm. 12:7, Gál. 3:19). En ese papel, él prefiguró a Jesucristo (Deut. 18: 18,19; compárese con Hechos 3:19-23). Moisés condujo a Israel y fue profeta. Su sucesor Josué, fue caudillo pero no mediador ni profeta. Como tampoco lo fueron el hermano de Moisés, Aarón. ni sus descendientes los sacerdotes. Ellos, as¡ como los demás miembros de su tribu, los levitas, solamente llevaban a cabo las funciones religiosas, no las ejecutivas ni las proféticas. ¿Quién dirigía entónces los asuntos en Israel?.
No había necesidad alguna de un gobierno centralizado, porque la nación de Israel era en realidad una sola familia. Estaba “organizada” por líneas de familia. En Israel. los ancianos y los “jefes de las centenas y de los millares” no se elegían por voto popular ni eran nombrados por Dios. Eran parientes de las personas que representaban. Cada tribu era un grupo familiar, descendían de un antecesor común y eran parientes consanguíneos cercanos.
La Ley Mosaica dió guía moral y religiosa a los israelitas. Proveyó definiciones extensas de conceptos o acciones pecaminosas que podían darse en toda faceta de la vida diaria. Pero no estableció ningún sistema humano de gobierno ni cuerpo administrativo. Bajo la Ley, los israelitas tenían que guiarse por su conciencia personal, más bien, que por reglas humanas que el poder gubernamental hiciera cumplir valiéndose para ello de la fuerza policial o de otras fuerzas armadas. Las sanciones contra los pecadores o los transgresores se llevaban cabo en cada comunidad por las personas mismas, bajo la supervisión de los ancianos. Los sacerdotes supervisaban las ofrendas acompañantes y otros procedimientos religiosos. Cada individuo era responsable de su propia conducta ante Dios, su familia y la comunidad. Éste fue un sistema de gobierno teocrático en el verdadero sentido de la palabra: Era Dios mismo quien actuaba en lugar de algún rey terrestre. ¿Funcionó bien este sistema de gobierno?.
Desde el Sinaí a Samuel
Después de entrar en la tierra prometida, los israelitas vivieron por más de 350 años sin ningún rey humano ni gobierno centralizado. “En aquellos días no había rey en Israel. Cada uno hacía lo que era recto a sus propios ojos” (Jueces 21:25). Este arreglo teocrático no resultó en anarquía. La evidencia muestra que produjo excelentes resultados.
Dios escogió y nombró a jueces de vez en cuando, según la necesidad. Ellos actuaron como dirigentes, pero más de una manera militar que gubernamental. A veces más de un juez estaba en activo, y en otras ocasiones no había ningúno. No tenían ninguna autoridad ejecutiva especial, ni actuaban como reyes sobre Israel, pues Dios era su único gobernante. Los capítulos finales de Jueces contienen un interesante e inusual relato de cómo se administraba la justicia bajo este arreglo en el caso de un crimen particularmente violento.
El registro bíblico muestra que durante más de dos terceras partes del período de los Jueces, hubo paz en la tierra. En las ocasiones siguientes en que aparecen jueces para librar a Israel de los enemigos, hubieron tres períodos de cuarenta años y un período de ochenta años en los cuales la tierra “no tuvo disturbio’ (Jueces 3:1 1; 3:30; 5:31; 8:28). Nunca hubieron tantos años de paz después de que finalizara el período de los jueces. De hecho, durante ese tiempo, la Biblia solamente infoma que un profeta, una mujer llamada Débora, fue enviada a Israel. ¿Qué sucedió para que cambiara la situación y se perturbaran las condiciones de paz en la tierra?.
Se arraiga una mala idea
Con el tiempo, los israelitas empezaron a clamar por un rey. Querían un gobierno visible centralizado. ¿Por qué?. ¿Fué porque el sistema teocrático de gobierno que había producido paz y prosperidad por generaciones no funcionaba bien? No. ¿Fué para protegerse de la apostasía? No. ¿Entónces por qué fue?. Ellos dijeron: “entónces nosotros seremos como todas las demás naciones, con un rey para que nos gobierna y salga delante de nosotros y pelee nuestras batallas” (1 Sam. 8:20). Fue para que pudieran ser iguales a las naciones que les rodeaban. la idea fue egoísta, mundana y no teocrática. Y eso fue exactamente lo que Dios dijo- Samuel creyó que Israel lo había rechazado a él como profeta. Pero Jehová Dios lo corrigió. Dios dijo que lo que pedían era que lo rechazaban a El como rey de ellos. Dios advirtió a Israel que un sistema centralizado de gobierno conduciría a muchas dificultades, pero ellos continuaron insistiendo en que Dios les diera un rey humano. -1 Sam. 8-10.
Dios les concedió su petición. Escogió a un hombre bueno y capaz, Saúl, como su primer rey. Con el paso del tiempo, las buenas cualidades por las que se le había escogido se corrompieron. Dios rechazó a Saúl y escogió a otro rey para Israel, el muchacho David, que con el tiempo se hizo un hombre “agradable al corazón de (Dios)” (1º Sam. 13:14). Incluso un hombre con esta maravillosa recomendación no estuvo exento de faltas serias. El reinado de David se echó a perder a causa del escándalo y de la tragedia familiar.
El hijo de David, Salomón, fue llamado “el más sabio de todos los hombres”. Su reinado de cuarenta años estuvo marcado por la paz, la prosperidad y la felicidad, pero en la vejez, tambien fue infiel a Dios (1 Reyes 11:4-6). Por consiguiente, cuando el hijo de Salomón, Rehoboham, recibió el trono, Jehová dividió para siempre la nación en dos reinos: diez tribus en el norte (Israel) y dos tribus en el sur (Judá).-1 Reyes 11:9-13.
El gobierno centralizado sobre todo Israel fracasó miserablemente. Duró solo tres generaciones, aunque fue Dios mismo quién escogió a sus reyes. A partir de este punto en la historia judía, resulta aún más dificil y complicado comparar a los israelitas con los Testigos de Jehová.
¿Dos reinos, una organización?
Después de la división en dos Reinos, las cosas nunca fueron las mismas para los judíos. El Reino de Judá continuó teniendo descendientes de David en su trono, mientras que el reino de Israel tuvo multitud de dinastías, que a veces se sucedían por medio de guerras cruentas. Ambos reinos lucharon en guerra con enemigos externos y también entre ellos mismos. Cada uno de ellos tuvo su propia línea de reyes. El reino norteño estableció el centro de adoración en Semana en lugar de Jerusalén, que estaba en territorio del reino de dos tribus, y reemplazó en su mayor parte a los sacerdotes levitas por sacerdotes que no lo eran, la cual llevó a la adoración falsa.
Es difícil imaginar cómo esa situación de gobierno entre los judíos pudiera verse de alguna manera como una organización única y hamoniosa con una estructura administrativa centralizada. No es que uno de los reinos fuera fiel y el otro no- Tanto en un reino como en otro hubieron reyes buenos y malos. Dios no rehusó tratar con un reino o con el otro. Envió profetas a ambos reinos. En uno y otro reino, abundó la iniquidad cuando hubieron reyes injustos- Pero cuando estaban bajo reyes que tenían inclinación hacia la justicia, generalmente hubo un regreso a una forma de adoración más pura y de ello resultaron bendiciones.
El reino norteño, Israel, cayó para siempre en manos del rey asirio Salmanasar a mediados del siglo octavo antes de Cristo. Con el tiempo, algunos de sus descendientes regresaron a su anterior capital, Semana, en el norte de Palestina. En el tiempo de Jesús se les conoció como los Samaritanos y eran odiados por sus primos judíos.
Después de la caída del reino norteño, el reino del sur, Judá, continuó teniendo reyes buenos y malos. En el siglo sexto antes de Cristo, Dios finalmente permitió que fueran llevados cautivos a Babilonia por Nabucadonosor debido a su infidelidad. Después de la cautividad, un grupo relativamente pequeño regresó a Jerusalén para reconstruir el templo y reestablecerse en su tierra natal judía. Pero la mayoría no regresó nunca a Palestina.
Pasaron casi veinte siglos desde el tiempo en que Dios prometió a su amigo Abraham que su descendencia llegaría a ser una nación hasta que vino Jesús. Especialmente en los siglos anteriores a que tuvieran un rey, los israelitas adoraron fielmente juntos de vez en cuando. Pero nunca tuvieron un cuerpo administrativo central que se pareciera ni remotamente a la organización Watchtower de hoy día, ni en la forma ni en la función. Aún así, durante todo el tiempo, todavía eran el pueblo escogido de Dios. ¿Cómo lo sabemos?
Jesús: Enviado a las “ovejas perdidas de Israel”
Para el tiempo en que Jesús aparece en escena, Israel como nación era todo menos una nación altamente organizada. Los israelitas eran gobemados por extranjeros. No practicaban la adoración pura. La mayoría de ellos (los que quedaron del reino de diez tribus, más los descendientes de un gran número de judíos que nunca regresaron a Palestina después del cautiverio babilónico) estaban esparcidos por toda la tierra. Habían sido gobernados por diferentes naciones y gobernantes. Estaban divididos en sus creencias. Habían adornado y añadido a la Ley hasta el punto de que incluso mandatos sencillos como el Sábado, eran casi imposible de cumplir. La adoración que se llevaba a cabo en Jerusalén se corrompió por el comercialismo, rituales y formalidades sin sentido.
Sin embargo, a pesar de esta situación el ministerio de Jesús se dirigió a judíos y a samaritanos más bien que a los gentiles. ¿Por qué? En sus propias palabras, él fue enviado “a las ovejas perdidas de Israel.” (Mal- 15:24 VP) A pesar de la infidelidad y la apostasía, ellos eran todavía el pueblo escogido de Dios. Fue solo después de su rechazo al Mesías que su “casa les fue abandonada a ellos.”- Mateo 23:38.
Cómo se comunicaba Dios con Israel
La Biblia está llena de ejemplos de cómo Dios se comunicaba con su pueblo. Hablaba a algunos directamente (Gén. 46:1-4; Jos. 8:1) o mediante ángeles (Jue. 6:11-24; capítulo 13) Otros, incluídos profetas, recibieron visiones o sueños. (1º Rey, 3:5-15; 9:1-9; Isaías 1:1; Amós 7:1-9) Eze. 1:1) Pero la mayoría de los mensages al pueblo de Dios, eran enviados por profetas. Como declara Hebreos 1:1: “Dios … hace mucho habló en muchas ocasiones y de muchas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas.”
Los profetas aparecían en Israel en casi todas las ocasiones en que el pueblo de Dios era infiel- Simplemente recibían mensajes de Dios y los transmitían a los demás. Los mensajes de Dios o sus profecías, avisaban al pueblo para que se volviera de la adoración falsa y los fortalecía para que obedecieran la Ley y practicaran la adoración verdadera. ¿Quién nombraba a los profetas? No eran elegidos por líderes nacionales, sacerdotes o ni siquiera por otros profetas. Eran nombrados por Dios mismo, por espíritu santo. (Núm. 11:24-29)
Tal y como se describe en la Biblia, el oficio de profeta ofrecía poco o ningún prestigio o poder. Los profetas eran poco populares- La mayoría de ellos fueron tratados muy mal por parte de] pueblo escogido de Dios. Muchos fueron brutalmente perseguidos o asesinados por los líderes de la nación.
Puesto que no había ningún arreglo en la Ley para nombrar profetas, ni ningún procedimiento oficial que los autorizara, se dejó que cada israelita individual determinara si alguien que se llamara a sí mismo profeta representaba realmente a Dios. Así es que la Ley especificaba tres indicaciones para los profetas verdaderos y sus profecías: 1. el profeta hablaba en el nombre de Jehová, 2. la profecía se cumplía, 3. la profecía promovía la adoración verdadera. – Deuteronomio 18:20-22;13:1-4
¿Estaban acaso los profetas de Dios organizados en un cuerpo central que daba dirección a la nación de Israel? La Biblia hace mención de unos grupos de profetas en un par de lugares, tal y como 1º Sam. 10:5, 10; 2º Rey. 2:3, 5 y 4:38, pero nunca actuaron como alguna clase de “conducto de comunicación” de Dios. De hecho, a veces los profetas no sabían de otros profetas o de otros adoradores verdaderos.
Por ejemplo, durante uno de los períodos de infidelidad del Reino Norteño, el profeta Elías creía que solo él era la única persona en Israel que no se había inclinado ante Baal. Aún así, Dios le reveló: “He dejado que siete mil permanezcan en Israel, todas las rodillas que no se han doblado a Baal y toda boca que no le ha besado”. (1º Rey. 19:18). Sin duda, a aquellas personas fieles se las habría considerado desleales al rey nombrado que estaba en el poder. A pesar de todo, obviamente no estaban organizadas en alguna clase de grupo. Vivían una fe en Dios personal e íntima entre el pueblo infiel (pero todavía escogido) de Dios.
Através de todo el período pre-cristiano, la Biblia hace mención de personas que fueron fieles a Dios, sin tener en cuenta si los líderes de la nación lo eran o no. Eso fue precisamente así hasta el tiempo en que aparece Jesús. Un profeta justo llamado Simeón vió al niñito Jesús, en cumplimiento de una profecía que se le dió por medio de] espíritu santo. También se menciona a una profetisa fiel llamada Ana.-Lucas 2:25-38
Comienzo de la era cristiana
La llegada de Jesús significó que aparecía un nuevo portavoz más bien que una nueva manera de comunicación entre Dios y el hombre. Hebreos 1:2 dice: “en esos últimos días. (Dios) nos ha hablado por su Hijo, a quien nombró heredero de todas las cosas, y mediante el cual hizo el universo.” ¿Establecería Jesús una organización visible que representara sus interes en la tierra, o sería cada cristiano individual un “embajador en sustitución de Cristo?’? -2ªCorintios 5:20
En una ocasión en que Jesús recomendó vigilancia, “Pedro preguntó, ‘Señor, dices esta parábola a nosotros o a todos?’ El Señor contestó, ‘¿Quién es pués el administrador fiel y prudente, a quien el amo puso a cargo de sus siervos para darles su ración de alimento al tiempo apropiado? Será bueno para aquel siervo a quien el amo halle haciéndolo así cuando regrese. Os digo la verdad: le pondrá a cargo de todas sus posesiones”. Jesús entónces mostró que había varias posibilidades para los esclavos desobedientes. Concluyó: “Aquel siervo que conoce la voluntad de su amo y no se prepara ni hace lo que su amo quiere, recibirá muchos azotes. De todo aquel a quién se haya dado mucho, mucho se le demandará; y de todo aquel a quien se le haya confiado mucho, mucho más se le pedirá”.- Lucas 12:41-48 NIV
La sociedad Watchtower usa la pregunta retórica de Jesús en el pasaje paralelo de Mateo 24:44-51 como la base para asumir autoridad como El (uno y único) esclavo fiel y discreto a cargo de “todos los intereses (del amo).” Pero es difícil imaginar que esta parábola se refiera a las inumerables organizaciones religiosas, cada una con su más o menos responsabilidad por lo que hicieron con el conocimiento que tenían. Solo tiene sentido si se trata de una exhortación a los cristianos individuales para que constantemente estén al tanto de la importancia de la buena conducta hacia otros, especialmente para con otros cristianos, siempre recordando el hecho de que un día todos tendrán que responder al Amo mayor.
¿Fueron los apóstoles un “Cuerpo Gobernante”?
Si Jesús hubiera querido establecer un “conducto de comunicación” por medio del cual se revelara entendimiento aumentado de las Escrituras, indudablemente sus apóstoles fieles estarían esperando ser los únicos a los que tal “nueva luz” se les revelara. No obstante, el registro muestra que éste no es el caso. Algunos de los apóstoles aparecen frecuentemente en el registro inspirado del crecimiento del cristianismo. Pero solamente tres escribieron parte de la Biblia: Mateo, Pedro y Juan, Otros del grupo de los doce no figuraron ni con mucho tan prominentemente como lo hicieron por ejemplo, Pablo, Barnabé, Silas y Timateo. Y la mayor parte de las Escrituras Griegas inspiradas fueron escritas por personas que no eran del grupo de los doce, el más notable Pablo, pero también Marcos, Lucas, Santiago y Judas.
La vida, muerte y resurrección de Jesús, cumplió muchas profecías de maneras no previstas por los maestros religiosos de los días de los apóstoles. Los cristianos necesitaron ayuda para entenderlas. ¿Cómo fue revelada la verdad del papel de Jesús como Mesías a los primeros cristianos?. Según Lucas 24:13-35, el mismo día en que fue resucitado, se apareció en el camino a Emaús a dos discípulos, un hombre llamado Cleopas y posiblemente a su esposa. “Comenzando con Moisés y todos los profetas, les explicó a ellos” (no a los doce) “lo que se decía en todas las Escrituras acerca de sí mismo” (NIV). Esta explicación completa de cómo las profecías hebreas aplicaban a Jesús, fue un ejemplo sobresaliente de revelación divina. Jesús compartió una comida con ellos y se fue. Inmediatamente ellos regresaron a Jerusalén, hallaron a los once apóstoles y les informaron acerca de su encuentro con Jesús. Mientras estaban contando la historia, Jesús se apareció al grupo congregado.
Antes de ascender al cielo, Jesús indicó a los once que a él ya le había sido dada la autoridad para responsabilizarse personalmente por todo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.- Mat. 28,18-20.
Jesús había dicho a sus discípulos antes de su muerte que él enviaría un ayudante o consolador que tomaría su lugar en la tierra una vez que regresara al cielo. “Y yo pediré al Padre, y él os dará otro consolador para que está con vosotros siempre – el Espíritu de la verdad… Vosotros le conocéis, pues él vive con vosotros y estará en vosotros”- (Juan 14:16, 17 NIV). Hablando después de la acción del espíritu santo, Jesús prosiguió diciendo: “Mas cuando él, el espíritu de la verdad, venga, él os guiará a toda la verdad. El no hablará por sí mismo; solamente hablará lo que escuche, y os declarará las cosas que están todavía por venir. El me traerá gloria tomando de lo que es mío y haciéndolo saber a vosotros”.- Juan 16:13-15 NIV.
¿Estuvo el espíritu santo actuando simplemente durante un breve espacio de tiempo, una generación más o menos desde que comenzó la congregación cristiana, hasta que Jesús pudiera organizar la iglesia nuevamente formada para que ésta asumiera las funciones de¡ espíritu santo, es decir, el alimentar a los discípulos, el “guiarles a toda la verdad”, y el hablar en nombre de Jesús? No. Jesús dijo que el espíritu estaría con ellos “siempre”, sin necesidad de sustitución alguna.
Debido a que Jesús habría de estar en contacto constante con sus discípulos después de su resurrección mediante el espíritu santo, no tenía razón alguna para animales a que esperaran el desarrollo de algún grupo centralizado de representantes humanos para suministrar guía o dirección. Jesús no quiso decir otra cosa cuando dijo: “… donde se reúnan dos o tres en mi nombre, allí estoy yo con ellos”. – Mateo 18:20.
El “concilio’ de Jerusalen…¿fuente de nueva luz?
La Atalaya sugiere que los ancianos de la congregación de Jerusalén, la ciudad desde la cual el evangelio comenzó a extenderse a todo el mundo, actuaron más o menos del mismo modo que el cuerpo gobernante de los Testigos de Jehová, dividiendo asuntos de importancia para cristianos de otras congregaciones, y sirviendo de fuente de entendimiento aumentaryte de la verdad. Declara que los ancianos de Jerusalén actuaron en esa capacidad cuando surgió un asunto que envolvía la circuncisión. ¿Es esto lo que la Biblia enseña? ¿Cúal fue el papel de la congregación de Jerusalén, y cómo actuaron Jesús mismo y el espíritu santo en el desarrollo y resolución de este problema?. Examinamos el registro, que se encuentra en Hechos 15:1-35 y Gál. 2:1-14.
Según Hechos, el problema se planteó cuando algunos hombres vinieron desde Jerusalén (“desde Santiago”, vea Gálatas 2:12) a Antioquía y comenzaron a enseñar algo nuevo, algo que Pablo no había enseñado a estos creyentes gentiles. ¿Cúal era esta ..nueva verdad” proviniente de Jerusalén?. “No podéis ser salvos a menos que os circuncidéis como requiere la Ley de Moisé”, dijeron ellos. Esto estaba en conflicto directo con lo que Jesús mismo había revelado a Pablo, que era solamente por la fe que uno podría salvarse. Pablo se opuso fuertemente a esta “nueva enseñanza”- Pero los hombres de Jerusalén insistieron en que ellos estaban en lo cierto, de modo que Pablo y Bemabé subieron a Jerusalén a “ver a los apóstoles y ancianos acerca de este asunto”. El relato de Pablo en Gálatas muestra que él fue a Jerusalén de acuerdo con la dirección de Jesús mismo, “como resultado de una revelación”. Lo que sucedía, es que ciertos cristianos judíos habían hecho creer que la circuncisión era necesaria para la salvación.
El relato que Pablo dió de esta situación a la congregación de Galacia, muestra que él mantuvo una reunión privada con “los que parecían ser algo” en la congregación, los ancianos prominentes. El “puso ante ellos el evangelio que [predicaba] entre los gentiles y no cedió a ellos ni por un momento”. Estos hombres piadosos, bajo la guía del espíritu santo, reconocieron que estaban equivocados, aceptaron la dirección dada por Cristo mediante Pablo y hablaron en voz alta en una larga reunión con los otros ancianos, dirigiéndola bajo la guía del espíritu santo, de modo que todos llegaron a un punto de vista correcto. Entónces escribieron una carta de disculpa, dirigida específicamente a los gentiles de Antioquía, sugiriendo algunas cosas que se deberían evitar, para contribuir a la paz entre los judíos y los gerytiles, así como a su salud y prosperidad.[4]
Desde luego no hay ninguna evidencia de que surgiera algún nuevo entendimiento de esta reunión. Más bien que suministrar dirección, los ancianos de Jerusalén recibieron corrección. Este relato no presenta ninguna evidencia de que en Jerusalén había un .’cuerpo gobernante’ de hombres que elaboraban normas y reglamentos que transmitir a todos los demás cristianos. Precisamente ocurría lo contrario. La evidencia muestra claramente que el espíritu de Dios actuó por medio de individuos fieles para guiar a la congregación cristiana lejos del error.
El espíritu de Dios actúa con los primeros cristianos
Jesús mandó a sus discípulos que permanecieran en Jerusalén solo hasta que hubieran sido “revestidos de poder desde lo alto” (Lucas 24:49). Esto ocurrió en el Pentecostés. Pedro habló en una ocasión, aplicando la profecía de Joel a lo que había sucedido, Incluida en esa profecía. que había de cumplirse durante toda la era cristiana, estaba la predicción de que “derramaré algo de mi espíritu sobre toda clase de carne, y sus hijos y sus hijas profetizarán, y sus jóvenes verán visiones y sus viejos soñarán sueños; y aún sobre mis esclavos y sobre mis esclavas derramaré algo de mi espíritu en aquellos días, y profetizarán” (Hechos 2:17,18)- Esta profecía decía que Dios, mediante el espíritu santo, se comunicaría con los cristianos exactamente de las mismas maneras en que lo había hecho durante los tiempos pre-cristianos, directamente, por visiones, sueños y mediante profetas. ¿Muestra el registro de las Escrituras que esto sucedió?.
El libro de Hechos está lleno de relatos que ilustran claramente el cumplimiento de la profecía de Joel. Muestra la misma participación activa de Jesús personalmente. así como la del espíritu santo, ángeles, visiones y sueños en la congregación cristiana primitiva. Esto incluyó la conversión de individuos, la expansión de la congregación, el seleccionar y guiar a apóstoles y misioneros, guardar la congregación de la corrupción por falsedad, animar y ayudar a los cristianos que pasaban por pruebas y dificultades y dirigir el registro y la conservación de toda la información esencial que los cristianos necesitarían en los siglos venideros, es decir, las Escrituras Cristianas. No hubo parte esencial alguna del crecimiento del cristianismo que Jesús o el espíritu santo no guiaran y dirigieran.
Considere el caso de Felipe y el etíope. Felipe estaba predicando en Samaria. Un ángel le envió al camino de Jerusalén a Gaza. En su camino se encontró con el eunuco etíope. El espíritu santo envió a Felipe a su carro. Después de bautizar al etiope, el espíritu santo de Dios condujo a Felipe a otro lugar (Hechos 8:36,39,40). [5]
Considere a Cornelio, un hombre devoto y temeroso de Dios. El tuvo una visión de un ángel de Dios que le mandó enviar a hombres a Jope para llamar Pedro. Entretanto, a Pedro que estaba orando en la azotea, le sobrevino un arrobamiento, y una voz le dijo que cosas que anteriormente eran consideradas inmundas ahora eran limpias. El espíritu le habló acerca de los hombres enviados por Cornelio. Pedro fue a casa de Comelio, donde proclamó el evangelio a un gran grupo de personas, que llegaron a ser cristianas. – Hechos 10:1-46.
Jesús mismo convirtió a Saulo (Hechos 9:3-6; 15). Saulo (Pablo), bajo la influencia del espíritu santo, fue sobresaliente entre los apóstoles por llevar el mensaje cristiano a personas no judías. El fundó muchas congregaciones. ¿Quién le autorizó a él para que actuara de esta manera? Fué la congregación de Jerusalén o incluso la de Antioquía, desde la cual salió en sus viajes misionales? No. Saulo y Bernabé fueron comisionados y enviados como misioneros bajo la dirección específica del espíritu santo.- Hechos 13:1-4.
El registro muestra que a las personas que Pablo predicó, se las dirigió a acurdir a Cristo mismo en busca de guía, más bien que a algún grupo de ancianos, ya sea en Jerusalén o en cualquier otro lugar. Cuando Pablo habló al carcelero de Filipo, simplemente habló la palabra de Dios al hombre y a “todos los que estaban en su casa” poco después de su liberación milagrosa, en algún momento después de la medianoche. Antes del amanecer, el carcelero y toda su casa (posiblemente incluía hijos y sirvientes) fueron bautizados. ¿Los dirigió Pablo a alguna congregación local para finalizar su “entrenamiento”? No, puesto que no había ninguna congregación, solo había una mujer recientemente convertida llamada Lidia.- Hechos 16:30-34.
Hay muchos otros ejemplos que se pueden citar, pero el mensaje es claro: Jesucristo mismo y el espíritu santo, más bien que algún hombre o grupo de hombres, jugaron el papel más activo en guiar a los primeros cristianos. El espíritu guió a Pablo y a sus compañeros durante sus viajes misionales (Hechos l6:6-10; 18:9-11; 20:22, 23; 21:4), les salvó del peligro, les inspiró a escribir cartas a las congregaciones que resultaban de sus esfuerzos y nombró a superintendentes.- Hechos 20:28,32,33.3
Al igual que los israelitas, los cristianos también tenían un sistema para distinguir entre los verdaderos y los falsos profetas y sus enseñanzas. El apóstol Juan, cuando trata este asunto, no sugiere alguna clase de proceso de aprobación organizado. Más bien, para probar las “expresiones inspiradas” (“espíritus” NIV) él dijo: ‘Toda expresión inspirada que confiesa que Jesucristo ha venido en carne se origina de Dios, pero toda expresión inspirada que no confiesa a Jesús no se origina de Dios. Además, esta es la expresión inspirada del anticristo que ustedes han oído que venía y actualmente ya está en el mundo” (la Juan 4:1-3). Juan no señaló a la fuente de la profecía o al comportamiento del profeta como el criterio para juzgar el espíritu o propósito de mensajes que supuestamente provenían de Dios- Más bien una profecía se juzga por su centro de atención: si el centro está en Cristo y su obra redentora, se origina de Dios. En caso contrario se origina del anticristo. – Compárese con Revelación 19:10.
¿Actúa Dios con individuos y al mismo tiempo con una organización?
En vista de la abrumadora evidencia de que Dios siempre ha comunicado su voluntad mediante individuos, algunos pudieran preguntar: ¿Es posible que Dios nos comunique ciertas cosas de manera individual y otras cosas mediante una organización aprobada que actúe en la capacidad de profeta? Este concepto está basado en la idea de que una organización puede actuar como una persona. La asociación con una organización puede influenciar en sus miembros a que copien los puntos de vista de sus dirigentes, a expresarse de una manera similar a actuar de manera uniforme. Puede parecer que la organización tiene una “mente” propia. Pero no es así. Una organización no tiene capacidad para tener pensamientos, sentimientos ni opiniones independientes. No es una entidad separada como una persona.
Las organizaciones se forman cuando los individuos desean unir sus esfuerzos para realizar una labor, alcanzar un objetivo o compartir asociación. La oganización puede ser grande o pequeña, unida fuerte o debilmente. Los miembros del grupo pueden formar una corporación legal para dirigir la empresa. Pueden nombrar dirigentes o portavoces para el grupo y asignar cargos a varios miembros. Pueden establecer reglas de conducta y métodos aperacionales. Pero aunque se suele decir que una organización hace cosas, nada de lo que se suele atribuir a una organización está hecho en realidad independientemente de los miembros individuales, sea que trabajen a solas o de manera conjunta. Todo pensamiento o acción proviene de los individuos.
Aparte de sus miembros, una organización es absolutamente incapaz de generar, comunicar o llevar a cabo proyectos. Esto significa que cualquier comunicación que provenga de “la organización” en realidad proviene de un individuo, aún cuando ese miembro pueda estar intentando sinceramente hablar en nombre del grupo. Eso también explica por qué es tan difícil para Testigos sinceros determinar cual es exactamente el “punto de vista de la organización” con relación a algunos asuntos, ya que las comunicaciones escritas a verbarles pueden ser contradictorias. Esto es así porque simplemente reflejan los diferentes puntos de vista que distintas personas tienen.
Una organización simplemente provee una manera de dar las cosas hechas. No tiene opinión, memoria ni conciencia propia. No puede amar ni odiar. No tiene emociones ni sentimientos. No puede hacer lo correcto ni lo incorrecto. Una organización no puede hacer nada por sí misma. Solo las personas pueden hacer cosas. Y solo una persona puede tener una relación con Dios o con otra persona cualquiera.
Después de la II Guerra Mundial, la organización Nazi nunca fue a juicio por crímenes de guerra. Pero los individuos que estuvieron asociados con ella si que fueron. Una organización no puede cometer crímenes ni ser castigados por ellos. No lleva ninguna responsabilidad, pero las personas sí. Esta es la razón por la cual Jesús dijo, refiriéndose a su llegada en gloria, que “separaría a las personas unas de otras, así como el pastor separa las ovejas de las cabras”. El siguió mostrando que su juicio lo basaría en la conducta personal más bien que en la lealtad ciega a normas o creencias organizacionales.- Mateo 25:31-46.
Esto no quiere decir que las organizaciones son incorrectas o malas en sí mismas. Pero se las debe ver por lo que son y por lo que no son.
¿Dios necesita una organización?
La palabra “organización” proviene de la palabra griega organon, que significa un utensilio, instrumento o herramienta. Así que una organización es más que un simple grupo de personas. Semejante a las herramientas o instrumentos, las organizaciones se forman para cumplir cierto propósito o influir sobre algún grupo que está fuera de la organización misma. El término se emplea más frecuentemente con referencia a los negocios, la actividad política, los sindicatos, todos los cuales derivan su poder de los recursos colectivos de muchos individuos y emplean ese poder para lograr ese propósito, lo que sería imposible de lograr de parte de un solo individuo.
Una concordancia demuestra que organon no aparece ni una sola vez en la Biblia, ni tampoco el concepto que se transmite por la palabra “organización.” Las palabras hebreas traducidas como “herramienta” o “utensilio” son literales, y tales términos nunca se aplican en las Escrituras a los adoradores aprobados de Dios en sentido colectivo. Más bien, la Biblia habla de los cristianos como una “congregación,” “iglesia,” o “cuerpo.” Aunque todavía ellos pueden influir sobre los que están fuera del cuerpo, los cristianos verdaderos viven solo por causa de, y a favor de aquél que es cabeza del cuerpo, Jesucristo. La relación intensamente personal entre cada creyente y Jesús como cabeza recibe énfasis contínuo, vez tras vez, en las Escrituras Cristianas.
En contraste a las referencias en la Biblia al cuerpo de creyentes, recibe énfasis muy fuerte en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower, el concepto de que Dios utiliza una “organización visible” como herramienta o instrumento para la predicación, para anunciar juícios u otras obras. En esto, siempre se incluye un rasgo que se halla en las organizaciones comerciales, políticas o sindicales: un pequeño grupo de dirigentes autorizados a dirigir y a efectuar decisiones a favor de los demás miembros del grupo, con la expectativa de que éstos últimos sean obedientes sin cuestionar nada. Además, como es también el caso de los negocios, la política y los sindicatos, el concepto clave es la lealtad a la organización misma. En este ambiente, se da menos importancia a la conciencia personal y al juicio individual que a la “unidad” (que en realidad es uniformidad), pues sin la obediencia al liderato de la organización, la organizació no existe.
Esto significa que la unica autoridad que tienen las organizaciones está en las mentes de los individuos que obedecen las normas y reglamentos organizacionales. (Compárese con Romanos 6:16). La obediencia a las directrices dadas por los representantes de una organización se puede percibir como obediencia a esa organización. Pero no lo es. Es simplemente obediencia a las voluntades de los individuos que confeccionan esas directrices, puesto que una organización no tiene voluntad propia. Las organizaciones no son personalidades ni entidades con su propia voluntad, intelecto o habilidad. Es fácil perder de vista este hecho simple, cuando se compara con la evidencia de los enormes logros que son posibles cuando individuos aúnan sus esfuerzos. Pero los edificios inmensos y otros logros materiales no impresionan a Dios, ni indican necesariamente su favor o bendición. – Gén. 11:6
No deberíamos dejamos intimidar ni confundir cuando los dirigentes de una organización religiosa señalan a marcas visibles de “éxito” como indicación de que Dios les está bendiciendo o está respaldando su obra. Dios tiene recursos y dotes absolutamente ilimitados. El no tiene necesidad de edificios, imprentas, apoyo económico, ni ningún tipo de estructura organizacional para multiplicar sus recursos, como si fueran cosas que él no pudiera hacer por sí mismo.
Dios no tiene ninguna de las limitaciones asociadas con las organizaciones. Por ejemplo, normas y reglamentos organizacionales que pueden ser el mejor arreglo posible para guiar el comportamiento de personas como grupo, pueden ser inapropiadas para individuos que están dentro del grupo. Dios por otro lado, puede suministrar dirección personalizado a todo el mundo. Podemos regocijarnos en el hecho de que nuestro Padre celestial conoce nuestras necesidades individuales y las suplirá de la mejor manera posible.- Mateo 6:31-33; la Juan 5:13-15,20.
“Vengan a mí”
Durante los siglos que han transcurrido desde la muerte de los apóstoles, se han formado, a menudo con intenciones muy sinceras, muchas organizacions religiosas para proveer compañerismo, escape de la persecución, e intentar proteger a los creyentes de enseñanzas falsas. Sin embargo, con el tiempo, los fundadores originales mueren y el número de miembros aumenta. Miembros activos e influyentes de estas organizaciones, tarde o temprano pueden perder de vista el propósito original por el cual se formó la asociación u organización. La falta de fe en la capacidad de Jesús para hacer frente a las necesidades de sus discípulos, o quizás, el ser movidos por un sentido de responsabilidad, o por oportunidades de ganancia económica, poder o prestigio. se pueden ocultar tras los nobles fines establecidos de la organización y cambiar las cosas de tal modo que ganen control aumentado sobre los demás. Las terribles consecuencias que finalmente resultan cuando este proceso madura, están escritas con sangre y lágrimas a través de las páginas de la historia. Los líderes de estas organizaciones pueden afirmar representar a Cristo, e insistir en que tienen autoridad para hablar en su nombre. Al declarar que tienen el derecho de interpretar la Biblia, expulsan a todo aquel que esté en desacuerdo con estas interpretaciones. Pueden sustituir por sus propias opiniones el mensaje puro de la Biblia, y aumentar el número de miembros por medios humanos tales como la promesa de seguridad dentro de la organización. Pueden mantener su membresía por medio de chantaje, coacción o amenazas, dictar normas y reglamentos a sus miembros, exigir lealtad y apoyo económico e intimidar a personas sinceras con la tiranía de la autoridad.
Todas estas acciones traen gran deshonra a Jesucristo. Después de describir la clase de conducta amorosa que producirían sus verdaderos seguidores, Jesús advirtió: “Guárdense de los falsos profetas que vienen a ustedes en ropa de oveja, pero por dentro son lobos voraces”. El dijo que “estos hombres” podrían ser reconocidos por su conducta o’frutos”, no como organización sino como individuos. (Mateo 7:15-20). Esta es la razón por la cual el crecimiento o el tamaño organizacional no muestra necesariamente la aprobación y la bendición de Dios, pues Jesús dijo: “muchos falsos profetas se levantarán y extraviarán a muchos“. – Mat. 24:11
Las organizaciones no son incorrectas en sí mismas. Proveen una vía para canalizar recursos tales como tiempo, energía o dinero. En las manos equivocadas, sin embargo, una organización puede utilizar estos recursos para otros propósitos que no sean el honrar a Jesucristo y su obra redentora. Entónces, cuando los individuos que están dentro de la organización eligen centrarse en Cristo, pueden encontrar la enemistad de otros miembros de la organización. Pueden encararse a una encrucijada, ya que los líderes de la organización pueden amenazarles, etiquetaras como “peligrosos” para otros miembros o expulsarles.
Esto no es nada nuevo. Si los miembros de una organización religiosa nos odian porque únicamente somos fieles a Dios y a su Hijo más bien que a la organización y como resultado nos excluyen de su compañía, recordemos las palabras confortadoras de Jesús: “Dichosos ustedes cuando la gente los odie, cuando los expulsen, cuando los insulten y cuando desprecien su nombre como cosa mala, por causa del hijo del hombre. Alégrense mucho, llénense de gozo en ese día, porque ustedes recibirán un gran premio en el cielo.” – Lucas 6:22, 23 VP; compárese con 3ªJuan 9, 10.
Pablo declaró: “Dios no es parcial, sino que en toda nación el hombre que le teme y obra justicia le es aceptd'(Hechos 10:34,35). Pablo añadió: “(Dios) no está muy lejos de cada uno de nosotros” (Hechos 17:26,27). Nuestra respuesta a Dios puede ocurrir en cualquier lugar, en cualquier momento y debe suceder sobre una base personal. Dios nos compró a cada uno de nosotros como individuos con la sangre de su Hijo. El quiere que cada uno de nosotros se arrepienta personalmente de sus pecados, acepte el perdón y venga a Jesús. ‘Vengan a mí“, dijo Jesús, “… y yo os refrescaré”. – Mateo 11:28
¿Adónde vamos a partir de este momento?
La Biblia dice que Dios habló a la humanidad mediante profetas en los tiempos precristianos y mediante su Hijo en la era cristiana. No hay absolutamente ninguna evidencia en ningún lugar de la Biblia que se sugiera que Dios estableció alguna vez un grupo especial de siervos representantes que actuaban regularmente como sus administradores, revelando sus mensajes o expresando su voluntad al resto de su pueblo fiel. Esta es la razón por la cual no hay ni una sola exhortación en la Biblia a identificar o mostra lealtad, fidelidad, obediencia o cooperación a un grupo aprobado que le represente.
No podemos transferir nuestra responsabilidad personal ante Dios a otra persona, y como hemos visto, una organización no puede llevar la responsabilidad por nada. Pablo dijo: “Cada uno de nosotros rendirá cuenta de sí mismo a Dios” (Romanos 14:12). Cuando llegue el día en que debamos rendir cuenta a Dios por la manera en que hemos vivido, un registro de lealtad a una organización no será ningún sustituto por un buen registro de fe en Dios y por la resultante buena conducta cristiana hacia otros, especialmente hacia los seguidores de Jesús.
Las conclusiones presentadas en esta información, si se aceptan, pueden crear un problema para personas que puedan estar considerando si van a continuar asociándose con la organización Watchtower. Si optaran por abandonarla, pudieran preguntarse adónde ir. Incluso si tuvieran serios desacuerdos doctrinales con la organización, pudieran considerar simplemente permanecer en ella, ya que las consecuencias que resultan por dejarla, especialmente cuando se hacen por razones doctrinales, casi con total seguridad incluirá rechazo por parte de amigos y de familia, además de mentiras y chismes. Puede parecer que la salida no merezca la pena, especialmente si uno va en busca de la “verdad” a otro grupo o iglesia, solo para descubrir que la nueva iglesia tiene ciertas doctrinas correctas pero no “la verdad completa.” El buscar entre distintas organizaciones para hallar “la verdad” puede ser infructuoso y frustrante. Pero desde luego ésta no es la única ni la mejor alternativa. De hecho, no es un asunto de tener que elegir entre organizaciones en absoluto. ¿Por qué no?
Las publicaciones de la Watchtower enseñan que la religión verdadera debe enseñar toda la verdad, que si solo una enseñanza es incorrecta, todo el conjunto de enseñanzas está bajo sospecha. Según el criterio de la sociedad Watchtower, “la verdad” consiste en “enseñanzas correctas” y “explicaciones precisas” que parecen encajar entre sí, interpretaciones que pueden ser apoyadas o “probadas” por razonamiento humano y el uso de referencias bíblicas para apoyarse, de¡ mismo modo en que un científico o matemático pudiera intentar explicar cómo funciona el universo físico por medio de axiomas y procedimientos matemáticos o físicos reconocidos.
No se puede usar ese enfoque para conocer a Dios. Pablo advirtió contra semejante modo de ver el conocimiento: “El conocimiento hincha, pero el amor edifica. Si alguien piensa que ha adquerido conocimiento de algo, todavía no lo sabe exactamente cómo debe saber(lo)- Pero si alguien ama a Dios, éste es conocido por él”. (1ª Cor. 8:2,3) Pablo dejó claro que el amar a Dios es mucho más importante que el hecho de que sepamos mucho acerca de hechos o pasajes de la Biblia. Ninguna persona ni grupo de personas, y por lo tanto ninguna organización, iglesia ni grupo religioso lo sabe todo acerca de Dios y sus caminos. Así es que nadie puede encontrar “la verdad que lleva a vida eterna” por medio de estar buscando explicaciones “correctas” de pasajes de la Biblia o estar “probando” posiciones doctrinales. “La verdad”, en el sentido bíblico, sencillamente no es eso.
Jesús dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no por mí.” Por consiguiente, el conocer la “verdad” en el sentido bíblico debe comenzar con una relación con Jesucristo, simplemente aceptándolo como el hijo de Dios y como nuestro Salvador, Mediador, Señor y Rey. (lªCorintios 3:11) Cuando algunos de los discípulos de Jesús lo abandonaron porque no comprendieron algunas de sus enseñanzas, él pregunto a los doce: “Ustedes no quieren irse también, ¿verdad?”. Pedro contestó: “Señor, ¿a quien nos iremos aparte de tí? Tú tienes dichos de vida; y nosostros hemos creído y llegado a saber que tú eres el Santo de Dios”. Los apóstoles de Jesús no lo dejaron ni se fueron a algún otro lugar en busca de la “verdad”. Ellos sabían que nadie más podría darles vida. La respuesta de Pedro a la pregunta de Jesús muestra que él entendió que el asunto no consistía en adónde ir, sino en quién confiar. Los apóstoles reconocieron a Jesús como la única fuente de la verdad, y ellos sabían que no podían confiar en otra persona u otro grupo de personas para que les dieran enseñanzas que llevarían a vida eterna.
El apóstol Juan nos asegura que se nos ha dado “entendimiento para que podamos conocer al que es Verdadero- Y nosotros estamos en el que es Verdadero, en su hijo Jesucristo. El es el verdadero Dios y la vida eterna”. 1 Juan 5:20) Versión Nácar-Colunga
Juan continuó diciendo: “Hijitos. guardáos de los ídolos”.(vs.21). ¿Por qué esta advertencia? Porque las personas tienden a seguir a otras personas o a otros sistemas religiosos en lugar de a Cristo, Las publicaciones de la Watchtower se refieren a la organización en términos que la Biblia usa para referirse a Jesucristo. Los Testigos dicen que están “en la verdad” para referirse a que están “en la organización”. Se presenta a la organización como la que maneja “Todos los intereses de rey” en la tierra, pero en realidad ésta pretende manejar las mismas cosas que Jesús dijo que él mismo manejaría personalmente. El atribuir a una organización la capacidad de ser la fuente del espíritu de Dios, de Sus bendiciones y su dirección, así como de proveer un conducto mediante el cual se dé enseñanza pura, guía y protección de los enemigos, no es ni más ni menos que idolatría. (Compare con Ex. 32:4) Y las personas que concentren la atención en una organización más bien que en Cristo Jesús, son falsos profetas.
No se deje engañar por los reclamos autoritarios de ningún hombre o grupo de hombres. Siga solo a Jesucristo. Él tiene ‘Toda autoridad en el cielo y sobre la tierra.” (Mat. 28:18) Establecido en ese firme fundamento, busque compañerismo con otros cristianos. Jesús está gobernando como Rey. Él tiene seguidores fieles en toda la tierra, y ciertamente te ayudará a encontrarlos, si los buscas sinceramente. No esperes que vean todos los temas de la misma manera que usted. Los cristianos se desarrollan espiritualmente a lo largo de la vida. Y la conducta es un indicador mucho más confiable de ser un verdadero seguidor de Jesucristo. (1ª Juan 3:18) Asociarse con otros cristianos resultará en bendiciones, tanto para usted como para ellos. La fraternidad cristiana es el cuerpo de Cristo, y ningún cristiano quiere perder la alegría de ser una parte activa de este cuerpo, aprendiendo a ser cada vez más como Cristo en palabras y hechos. ¡Que Dios lo bendiga en sus esfuerzos por seguir al Cordero “por dondequiera que va”! (Apocalipsis 14:4, NVI)
Notas
[1] Este tipo de dirección constante por un grupo centralizado sobre otros que están esparcidos por todo el mundo o por toda una región extensa, ni siquiera era posible hace dos siglos. El mismo concepto de “organización mundial” es completamente reciente, y es conscuencia de las grandes mejoras en las comunicaciones que han tenido lugar aproximadamente desde el último siglo o poco más.
[2] La organización Watchtower compara el arca de Noé con ella misma. El arca, dice, fue la provisión de Dios para la salvación en la cual todas las personas justas que había en la Tierra en aquel tiempo se reunieron para salvarse de la destrucción en el Diluvio. Merece notarse que, si bien su esposa y sus tres hijos y nueras se salvaron del Diluvio junto con él, Noé mismo es el único que es menciona en el relato de la Biblia como que era justo en aquel tiempo, tanto en el relato de Génesis como también en las referencias de Jesús y Pedro al Diluvio.(Mat 24:38; 2ª Pedro 2:5). La Biblia no declara y ni siquiera sugiere que fueran justos.Pero además, ni determina que la familia de Noé fuera justa, ni que únicamente se aceptara personas justas en el arca.Se hace referencia a Jehová como Dios de Sem sólo mucho después, en el tiempo de Abraham. A todos los demás, si se considera que no eran justos, se les mostró misericordia por causa de Noé y para continuar la raza humana. Después, se les ofreció salvación de la destrucción de Sodoma y Gomorra a la familia y a los suegros del justo Lot pero no mostraron ninguna inclinación fuerte hacia la adoración verdadera.
[3] Un ejemplo es Job, quien ‘… se levantaba muy de mañana y ofrecía sacrificios quemados conforme al número de todos [sus hijos]; porque, decía Job, “quizás mis hijos hayan pecado y hayan maldecido a Dios en su corazón”. Así hacía Job siempre.’ (Job 1:5)
[4] En la carta, se animó a los Gentiles a abstenerse de ‘alimentos contaminados por ídolos’ y de la carne de animales estrangulados’. Sin embargo, más tarde Pablo considera el asunto de comer carne y otros alimentos y deja claro que el evitarlos era un asunto de conciencia, y que para los cristianos, el factor motivador principal era el evitar acciones que pudieran hacer tropezar a otros. – Compare con Romanos 14:14, 20, 21; 1ª Corintios 10:19-33.
[5] Se ha sugerido que los superintendentes fueron “designados” por el espíritu santo en el sentido de que los hombres que estaban familiarizados con las calificaciones bíblicas para los superintendentes designaron a otros hombres que cumplían con esas calificaciones. Esta es una explicación razonable, y los comentaristas respetados sugieren que los superintendentes en Éfeso fueron nombrados por algunos representantes de la iglesia. Pero la Biblia en sí misma no dice que Pablo ni nadie más haya designado a estos superintendentes en ningún momento. Las cartas de Pablo a Timoteo y Tito que contenían estas calificaciones aún no se habían escrito. La Biblia dice que los superintendentes efesios fueron designados por el espíritu santo. (Hechos 20:28.) Por lo tanto, es probable que el espíritu santo haya designado directamente a estos hombres para el puesto de superintendentes. Si es así, también es posible que fue observando a estos hombres designados directamente por el espíritu santo que Pablo se inspiró para registrar las calificaciones para esta función, para beneficiar directamente a Timoteo y Tito.
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Thomas W. Cabeen.
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